¿Qué es el Test de Bechdel?
El Test de Bechdel fue publicado por primera vez en 1985, en el episodio «La Regla» del comic «Tortas de quienes cuidarse«:
En resumen: el test consta de tres reglas para analizar una película:
1. Que haya dos personajes mujeres (luego se agregó el requisito de que se conozcan sus nombres)
2. Que conversen entre ellas
3. Que esa conversación no sea sobre un hombre
Aunque originalmente, como se puede ver, se trató de un recurso humorístico y de un personaje ficticio, eventualmente hubo personas que decidieron ponerlo en práctica.
Los resultados fueron deprimentes: apenas unas pocas películas de toda la historia de Hollywood pasan este test.
Paradójicamente (o no tanto), se ha demostrado que las películas que pasan el test recaudan más y recuperan más dinero de su inversión que aquellas que no lo pasan.
¿Qué es lo que mide el Test de Bechdel?
En un sentido general, se puede decir que el test sirve para identificar la brecha de género en las películas.
Sin embargo, no mide el machismo de una forma absoluta, ya que una película que pase el Test de Bechdel puede ser «más machista» que una que no lo pase.
Por ejemplo, el hecho de que dos personajes mujeres hablen entre ellas sobre algo que no es un hombre, no impide que las personajes en sí mismas estén principalmente pendientes de los hombres durante el resto de la película.
O que sólo piensen en salir de compras, o que sólo vivan para su maridos e hijxs, o cualquier otro estereotipo sobre el rol de las mujeres.
Sin embargo, sí permite saber que si no se cumplen estos tres requisitos, es prácticamente imposible que existan personajes femeninas que se vean realmente independientes de los hombres.
Este dato no es menor, especialmente teniendo en cuenta la enorme cantidad de películas que no pasan el test.
El test en sí mismo sólo permite medir una de las aristas del machismo, pero por otra parte, lo hace de forma muy elocuente.
Lo que sí puede medir con efectividad, es si se les reconoce a las mujeres una existencia autónoma respecto de los hombres.
Es decir, si una determinada trama muestra a las personajes femeninas con los mínimos requisitos para reconocerlas como seres humanas.
El hecho de que prácticamente todo el cine producido hasta ahora no pase el test más que en pequeños y excepcionales casos, muestra que la idea de que una mujer es como mucho un accesorio del hombre prevalece ampliamente en nuestra sociedad.
Lo bueno y lo malo del Test de Bechdel
Desventajas
Como mencionamos antes, el test tiene sus limitaciones.
Por ser tan sencillo, permite medir una única dimensión de todas las posibilidades de machismo en las películas.
Además, pasar el test no es garantía de que las mujeres estén correctamente representadas, ni tampoco asegura que no se reproduzcan estereotipos sexistas. Por otra parte, también es posible que una película con protagonista femenina o bien con muchas personajes mujeres igualmente no pase el test.
Por este motivo, el test no es tan útil para determinar la perspectiva de género de una película en particular, aunque sí para detectar tendencias generales en la forma de hacer cine.
Finalmente tampoco permite distinguir entre diferentes niveles de machismo, ya que la película pasa el test o no lo pasa. Es un test de sí o no.
Sin embargo, es la propia industria del cine la que estableció estándares tan bajos en la representación de mujeres, que la mayoría de las películas no pasan un test tan básico como el de Bechdel.
Ventajas
La sencillez del test es también una ventaja, ya que es sumamente fácil de entender y de aplicar. Cualquier persona puede recordar estas tres reglas y saber si una película pasa o no el test con sólo mirarla.
Otra ventaja es que establece un parámetro objetivo para evaluar la representación de las mujeres. La profundidad de los estereotipos de género y la mirada masculina son muchas veces difíciles de describir, y resulta complicado medir una ausencia cultural.
El Test de Bechdel ofrece una herramienta que permite visibilizar justamente esas omisiones.
Por último, creo que la mejor parte del test es que se puede adaptar fácilmente a otros usos. No sólo se puede aplicar a películas sino también a libros, historietas, capítulos de series televisivas (¡o series enteras!), publicidades en radio y televisión, obras de teatro, incluso a conferencias de prensa y entrevistas.
Apropiándonos del Test de Bechdel
Desde que conocí el Test de Bechdel, empecé a tener otra visión de la representación de las mujeres en los medios. No me había dado cuenta de cuánto se silencia a las mujeres, a sus experiencias, como se las muestra dependientes y sin autonomía.
No en «algunos casos», no en «la mayoría», sino en casi la totalidad de los casos.
No solamente es indignante que como mujer me sigan borrando de la historia cotidiana, sino que también es el mundo que le mostramos a nuestras niñas. Las acostumbramos a no verse reflejadas en los medios, salvo que sea a través de la mirada de un varón.
Les enseñamos que no existen conexiones profundas y significativas entre las mujeres.
Eso tiene que terminarse de una vez.
Creo que el Test de Bechdel es un excelente primer paso, ya que permite que casi sin esfuerzo, cualquier persona pueda hacer un diagnóstico propio de la situación.
Pero para mí, el mayor potencial del Test de Bechdel está en el desarrollo que podamos hacer nosotras de ahora en adelante.
Por ejemplo, existe un experimento en un blog llamado «Test de Bechdel Invertido«, que evalúa películas recientes como las sagas de Harry Potter y Twilight para determinar si pasan tanto el Test de Bechdel como su versión opuesta para los personajes masculinos.
(La buena noticia es que la mayoría pasan ambos, lo que es esperanzador. Sin embargo, el blog también advierte que muchas de las películas analizadas pasan el Test de Bechdel original por una única escena o diálogo.)
Por otra parte, existen muchos otros grupos además de las mujeres que son invisibilizados en el cine: desde las personas LGBTIQ hasta los pueblos originarios de América. ¿Podría este test adaptarse para evaluar su representación?
En definitiva: el Test de Bechdel es únicamente el punto de partida. El resto corre por cuenta de nuestra imaginación.
Posibles variaciones del Test de Bechdel
A continuación, algunas ideas basadas en el Test de Bechdel que podrían servir para evaluar con mayor precisión la representación de mujeres en los medios.
Por ahora son sólo ideas, aunque me gustaría ir creando de a poco un sistema que sume estas distintas posibilidades para lograr una evaluación de sexismo más completa y exacta posible.
Test de Estereotipos
Este test mantendría las dos primeras preguntas, pero el tercer requisito pasaría a ser: que esa conversación no reproduzca ningún estereotipo de género tanto en el contenido de la conversación, como en el contexto en el que actúan las personajes.
Medición por Puntaje
Se trataría de aplicar el Test de Bechdel y el Test de Bechdel Invertido a una determinada obra, llevando la cuenta de cuántas escenas o diálogos cumplen cada uno de los tests.
De esta manera, se podría establecer mejor la diferencia entre el desarrollo de los personajes masculinos respecto de las femeninas.
Por ejemplo, una película puede pasar el Test de Bechdel con sólo una escena que cumpla con los requisitos.
Pero si esa misma película se midiera por puntaje, y el Test de Bechdel Invertido se cumpliera 10 veces, entonces quedaría claro que a pesar de cumplir con el test básico sigue siendo una película principalmente centrada en los varones.
Medición por Porcentaje
Este sistema sería similar al anterior, aplicando el Test de Bechdel y el Invertido, pero en lugar de cuantificar las escenas, se trataría de comparar qué porcentaje de escenas cumplen con el Test de Bechdel en relación a las que cumplen el Test de Bechdel Invertido.
Tomando el ejemplo anterior, una película que pase el test original una vez, mientras que pasa el test inverso 10 veces, tendría un porcentaje de Bechdel del 10%.
Para obtener esta medición sería necesario primero medir por puntaje, pero la evaluación porcentual permitiría tener una visión más clara de la brecha de género.
Test Cuádruple
Este test incluiría el Test de Bechdel original y el Invertido, sumados a un conteo de escenas que reproducen estereotipos negativos sobre mujeres y las que reproducen estereotipos negativos de los varones.
Para realizar este test también se podrían utilizar la medición por puntaje y porcentaje.
Comparación de Resultados
El Test de Bechdel sirve especialmente para detectar tendencias en una mayor escala. Por eso creo que vale la pena evaluar la mayor cantidad posible de películas, libros, publicidad, o cualquier producción cultural. No se puede pelear contra lo que no se ve, y esta es una excelente herramienta para visibilizar el problema.
¿Y ahora cómo seguimos?
Estas son solamente algunas ideas, que seguramente seguiré desarrollando a ver a dónde me llevan.
Creo que es importante que este test se infiltre en la sociedad, no sólo en el cine sino en todas las instancias de la vida. Que nos acostumbremos a preguntar críticamente: ¿y las mujeres?
Es por eso que planeo seguir escribiendo acerca del test, y compartir los resultados de las evaluaciones que vaya haciendo de las películas y series de televisión que miro habitualmente (o historietas, o libros, o…).
Y ahora lxs invito a ustedes, lectorxs, a recordar el test y empezar a ver qué obras y publicaciones de su vida cotidiana pasan el test -o no.
Si suficientes de nosotrxs empezamos a tomar conciencia de este bache, podremos también concientizar a otrxs, hasta empezar a vislumbrar una solución.
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